Seguidores

sábado, 4 de enero de 2014

¿probarías?

Si te fijas bien, si miras a tu alrededor ves muchas personas. Personas que corren, personas que pasean tranquilamente, personas preocupadas, personas sin nada que hacer, personas con prejuicios, personas solitarias y personas superficiales. Puedes ver todo tipo de personas andar por la calle, puedes mirarlas pasar pero, ¿alguna vez te has sentado a observarlas? Las ves pasar de refilón y ya te ves con el derecho a juzgarlas. Una primera impresión... cuanto puede dar de si una primera impresión, ¿eh? Con esa primera impresión ya creemos conocer a una persona, y es que, en realidad, solo tenemos eso, una impresión; eso y quizás un nombre pero... no sé, el nombre es más irrelevante. La RAE define la palabra ''impresión'' como una opinión, sentimiento o juicio que algo o alguien suscitan sin que, muchas veces, se pueda justificar. Dentro de los nueve significados que podemos obtener de esta palabra, este es el que puede definirla en el entorno en que la estamos incluyendo. Pues bien como decía, y como también apoya la RAE, esto con lo que nos vemos con el derecho a criticar es tan solo una opinión, un juicio propio, que pocas veces podemos llegar a justificar y que, tan solo es justificable en el momento que llegamos a conocer a esa persona realmente. Y bien, tu me dirás, ¿cuándo? Podría decirte nunca, pero sonaría demasiado negativo o rotundo, así que prefiero decirte casi nunca. ¿Que por qué? Pues porque nunca llegamos a conocer a una persona realmente del todo, aunque lo creamos con mucha certeza, ésto es erróneo. Nunca, o casi nunca, llegamos a conocer a una persona del todo, todas ocultan siempre un comportamiento que nunca harán, un secreto que nunca confesarán o una verdad que nunca revelarán. Esas cosas son las que uno se guarda para si mismo, las que solo dirán a personas que sepan que nunca van a fallarles pero, ¿cuáles son esas personas? Realmente tampoco lo sabrás, quizá con el tiempo pero quien sabe, todo el mundo acaba fallandote tarde o temprano, o quizás no, eso tampoco lo sabemos. La cuestión es, ¿realmente podemos llegar a conocer a alguien del todo? Mi respuesta (que seguramente no sea la de todo el mundo) es no, ¿el por qué? Pues siendote sincera, por mi, siendo yo el ejemplo pienso que nadie me conoce realmente como soy yo, aunque muchos crean hacerlo, pero se equivocan, estoy segura de que no soy como ellos creen, quizá puedan conocerme un poco, mucho alomejor pero, ¿todo? rotundamente no. Yo se que puedo dar muchísimo más de lo que ellos creen, se que puedo hacer mas cosas de las que ellos me creen capaz. Sé que cuando ellos creen que para mi algo es imposible, yo pienso que puedo lograrlo, pues para mi no existen los imposibles, existen los improbables. Y cuando a la palabra improbable le quitas el prefijo ''im'' te sale la palabra probable, algo que puede que ocurra, pero es que si encima le quitas el sufijo ''able'' te queda el lexema ''prob'', cuyo verbo es ''probar'' ¡Probar! Me gusta ese verbo. Si te fijas, acabamos de sacar otro significado de imposible, cuyo sinónimo es improbable que acaba derivando en probar. Si hacemos eso con todo, puede que podamos conseguirlo todo. Y ahora, qué me dices, ¿probamos? ¿probamos a intentar conocer? ¿probamos a no juzgar a primera vista?

1 comentario:

  1. Me paro a mirarlas a menudo. Y me hace mucha gracia cuando se dan cuenta de que no les quito el ojo de encima. http://withoutyoulolita.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar