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martes, 19 de agosto de 2014

- Perdona... pensé que ya era Septiembre, aún no es momento de dejarte.
+ Y... si vas a dejarme en Septiembre, ¿por qué no hacerlo ya? Así no tienes que esperar.
- ¿Dejar de qué? ¿de enrrollarnos? ¿de hablar? ¿de ayudarte a potar? ¿de hacernos cosquillitas? ¿de picarnos? ¿de mordernos? ¿de chuparnos? ¿de arañarnos? ¿de enfadarnos? ¿de abrazarnos? ¿de usarnos como recipiente para comer helado? ¿de pasarnos apuntes? ¿de rallarnos? ¿de cagarnos mientras nos decimos cosas bonitas?¿de taparnos la cara por verguenza? ¿de echarnos tierra? ¿de echarnos agua? ¿de echarnos de menos? ¿de necesitarnos?
Mmm... puede que me lo piense.
+ Puedes pensarte todo lo que quieras, pero pierdes todo eso y más. En cambio ganarás... sinceramente no se lo que ganarás, pero te aseguro que será muchísimo menos de lo que vas a perder si lo haces.
- Cada cosa que te he ido preguntando instantáneamente se me ha pasado por la cabeza un recuerdo contigo, y podría seguir. 
¿Y sabes qué? No quiero que la lista termine. Y la única forma que se me ocurre es seguir contigo.

Y es que solo me sale una palabra para todo eso, que suena a poco, pero engloba mucho, eres increíble. Lo que tengo que aguantarte y lo poco que me cuesta. Que no te pido más de lo que me das porque pienso que más de lo que das ya no se puede dar, pero sigues sorprendiéndome. Serás un desastre, un cabezón... serás todo lo que quieras, pero eres mi desastre, y mi desastre favorito.

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