One year later...

Hoy, 20 de Julio, hace un año que mi vida cambió por completo. ¿Recuerdas ese día? Porque yo si, desde ese día mi vida cambió bruscamente, pero desgraciadamente, no supe de que manera cambió hasta que ya fue un poco tarde. Hoy, me apetece contar lo nuestro, ¿te parece? Se lo que te estás preguntando ahora mismo, y si, me acuerdo de ti, bueno, es que no hay día que no me acuerde de ti. No te pienses mal, me acuerdo porque, repito, me cambiaste la vida y, a día de hoy, soy lo que soy por ti, y que quieres que te diga, no me arrepiento de nada, en serio. Si... ya lo se. Se que muchas veces te he gritado que me arrepiento de todo lo nuestro, pero bah, ambos sabemos que no es verdad. Ya sabes que cuando me enfado digo cosas que en realidad no pienso. Y no se tú, pero yo me acuerdo mucho de ti, no creas que se me olvidan todas las cosas que hemos pasado, sabes que tengo muy buena memoria para lo que me interesa. ¿Cómo empezar? No se, nunca pensé que llegaría a estar con un chico como tú, ya me conoces, no entrabas dentro de mis planes, pero chico, te metiste como pudiste, ¡y bien que te metiste! Tan adentro que ni yo misma se como lo hiciste. En realidad, nuestra historia es bastante difícil de contar, tiene demasiados altibajos, ¿no crees? Ninguno teníamos nada claro, pero ahí estábamos, pasando las 24 horas del día juntos, y no nos cansábamos, raro en mi, que detesto lo empalagoso. Pero no se, será que contigo era diferente. Pero, lo que aún después de todo me sigue sorprendiendo, es nuestra capacidad para pasar de gritarnos y pelearnos, a hablar, reírnos y hacer como si nada hubiera pasado. Cómo la última vez que te llamé, toda histérica diciéndote que dejaras de preguntar por mi, fue gracioso, acabamos riéndonos el uno del otro y contándonos cosas, en realidad, lo veo normal, nos conocemos demasiado. Por eso, siempre digo que una relación no se basa en el tiempo que lleve, si no en la confianza que haya, si no, míranos a nosotros, casi sin conocernos sabíamos el uno del otro a la perfección, ¿por qué? No preguntes, ni yo lo se. Pero te conozco como si fueras mi hijo. Por eso, se que mientras lees esto te estás rayando un poco, pero también sonríes, sonríes porque estás recordando todos los momentos que has pasado junto a mi, y lo sabes. No se por qué, pero desde ese día, este blog se convirtió en un diario nuestro, porque te escribo y se que tarde o temprano lo leerás, no puedes evitarlo, porque tú también te acuerdas de mi, aunque no quieras. Tengo bastantes cosas que contarte, y creo que tú a mi también. Y para terminar, un primer amor nunca se olvida, es ley de vida. Gracias por todo L.A