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domingo, 31 de agosto de 2014

''Esta vez me toca a mi ser quien diga las cosas bonitas. Esta vez me toca a mi admitir que en este juego no ha perdido nadie, que ha sido una doble victoria. 
Y es que te escribo esta carta para darte las gracias por eso, por nuestros momentos. Y déjame decirte que las promesas que un día hicimos no las va a separar ni el tiempo ni la distancia. Que son promesas camufladas entre palabras y un intento de recordarte lo genial que puedes llegar a ser. Y es que a ti te miro de un modo distinto, y sabes que me pasaría años recorriendo todos tus lunares, memorizando cada uno de ellos con la punta de mis dedos. Y andar por tus labios...
Nunca nadie había conseguido tales cosas en mi, como lo has hecho tú. Yo no sabía que esto del amor fuera tan maravilloso, si es compartido y es recíproco, pero ya veo que si lo es. Tan inverosímil a veces... tan genial que tengo miedo de perderte, de que esto vuelva a ser una historia que termina como otra cualquiera, que cada uno sigue su camino y deja que el otro se vaya sin hacer nada al respecto... Aunque algo me da que esta vez no va a ser así. 
Bésame si me equivoco, pero creo que esta vez, es mejor que todas las demás anteriores. Esta vez las cosas van de paciencia y aguante. Te decantaste por el camino conjunto y ahora no se si soy yo sin ti o eres tú sin mi. Las cosas cambian y si, nosotros también, yo cambié y tú me recogiste después del cambio. 
Ahora solo quiero largas noches de conversación y susurrarte bajito que no es que no quiera estar contigo, es que no me imagino no estándolo. Que yo ya no soy capaz de tenerte cerca... y no desear besarte.''
                                                  Posdata; lo sabes de sobra, pero                                                                   por si acaso se te olvida, te quiero.

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